Ofrece un diagnóstico general del estado de la tubería.
Identifica puntualmente los problemas como: fugas, juntas separadas, tubería caída, obstrucciones y daños estructurales.
En redes hidráulicas, permite diferenciar problemas conforme riesgo y asignar prioridades para atenderlos.
Permite realizar diseño hidráulico y dar una propuesta técnica para solucionar el problema.
Garantiza la correcta limpieza y confirma las condiciones para instalar.